
No hay tiempo que perder dijo Huidobro
y en la conciencia fue una bofetada
todos nos despertamos al espacio
en que el azar y las palomas vuelan
es poquísimo el tiempo y nadie sabe
cuánto se estirará nuestro destino
si semanas o un siglo / si minutos
pendientes de una cúpula de fuego
no hay tiempo que perder en las miserias
exigentes que todo lo conocen
las nubes son iguales o distintas
y apenas sirven para llorar lágrimas
el tiempo tiene casi siempre un límite
frontera entre lo frágil y el olvido
lo anuncian las campanas para sordos
o en viento que acaricia los silencios
el tiempo pasa por unos carriles
que por la noche llegan a la aurora
y su trayecto es despedida porque
la vida es corta mas la nada es larga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario