Cuando el mundo me golpea
y me escupe con sus babas,
despaciosa, sufrida, queda
vuelvo a mi redoma secreta
jugando de nuevo a ser poeta.
Vuelvo sí - vuelvo a mí –
tras otra conquista,
imaginando que soy
de las palabras alquimista.
Por instantes lo que toco,
sin grandes pretensiones,
en algo parecido a poesía se degrada.
Quiero creer que sé de rimas,
pobres, ricas, mágicas pociones
y en esas briznas, tenues voces,
una y otra vez, tropiezo y caigo.
Sentimientos y emociones
– siempre a flor de boca -
se estrellan en un verso llano.
Pero todo es nada.
Y muy a mi pesar descubro,
nada
es lo que tengo.
Grabado: Sebastián Alterera
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