Y Amanda ha muerto, como todos mueren, morimos, moriremos. Sigo creyendo en lo que decía Bécquer, "Podrá no haber poetas, pero siempre habrá poesía", aunque más no sea en la memoria.

La carta Amanda Berenguer
escribo una carta infinita
en la pared ambigua del recipiente
que me contiene
unas veces adentro
otras veces afuera
sin levantar el bolígrafo
escribo una carta infinita
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