Lento amanece sobre el río
tan lento que parece aún dormido.
Pero cuando la luna deja su puesto
y los miedos suavemente se evaporan,
sé que aún estás, porque tu voz
- el color de tu voz – me recorre entera
y aletean palomas en mis manos
aunque no alcancen a tocar las tuyas.
Me llenaste de ausencia, lentamente,
como el amanecer al río.
Vacía de besos, extraña de amores y deseos…
Despierto finalmente corazón desbocado,
aromas de voz perfumando el aire,
ya sin luna, ya tan tarde.
1 comentario:
¡¡Muy bueno,Lota!!¿Me podrías mandar la versión en portugués para mi blog?Un abrazo.Wilson
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